Nunca imagine poder bajar una roca con agua de más de 60 metros de altura, ayudada no más que por mis piernas, pero sin duda algo que cautiva y llena de vitalidad, así como el solo hecho de contemplarlas desde lejos, es decir una cascada de agua natural de en total 180 metros que viene de la quebrada La Chorrera que entrega sus cristalinas agua al rio Fonce. Todo esto es posible en un encantador pueblo lleno de magia y atracciones para todos los gustos.
En Paramo este pequeño pueblo santandereano, a 40 minutos de San Gil se encuentran las famosas cascadas de Juan Curí por donde se realizan caminatas de aproximadamente 20 minutos por una zona llena de magia entre la naturaleza hasta llegar a la parte superior, desde donde se puede descender o simplemente disfrutar de un baño encantador del pozo natural formado de la misma cascada, también se les brinda la posibilidad de bajar por ellas amarradas a un arnés y con ayudad de su cuerpo, un deporte llamado Torrentismo que cada vez coge mas auge entre sus visitantes y que brinda también la seguridad necesaria para seguirlo haciendo.
Llegar hasta allí es poder contemplar la grandeza y superioridad de la naturaleza. Es en esos momentos cuando uno entiende la magia de la vida. Es una experiencia encantadora y con adrenalina suficiente para llenar el alma de emociones.
Al tomar de nuevo carretera y en medio de un paisaje motivador, se llega al pueblo como tal, famoso por ser uno de los mas religiosos donde sus calles y sus habitantes, envuelven todo tipo de secretos. Los arboles con musgos enormes y cargados de colores, llenan el parque central de felicidad y sus peregrinaciones temporales hacia el Santuario de Nuestra Señora de la Salud, llenan de vida al Paramo.
Otra de las visitas curiosas que uno puede encontrar en el Paramo, Santander, es un restaurante arriba del parque central que se llama, La Rancha, que como lo dice su refrán muy al estilo santandereano, “Si su barriga no es ancha, venga a tragar a la Rancha; Si su paladar no goza, le toca lavar la loza”.
Es una casa, reformada con todo tipo de antigüedades que decoran cada rincón de esta casa, todo creado por su creadora, propietaria y persona quien cocina y atiende. Es increíble ver todo lo que esta señora ha logrado conseguir y la manera como ha decorado su casa en la que como buena santandereana atiende de la mejor manera.
Una de las visitas obligadas que hay que hacer es en la Quebrada donde se dice que apareció la Virgen de la Salud. Sus habitantes cuentan la historia, esa historia que los llena de orgullo por tener agua bendita de la quebrada que pasa por el pueblo. A la entrada de esta se suele encontrar vendedores de tarritos con forma de la virgen para recoger el agua, y también placas con las diferentes peticiones hechas a la Virgen que según dicen sus habitantes ha hecho ya varios milagros, colgadas de arboles y altares alrededor.
Atractivos que ofrece este hermoso pueblo para todos los
gustos, definitivamente Paramo, Santander, un pueblo digno de visitar.