La aventura de vivir !

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar " Machado

martes, 13 de julio de 2010

Los fuertes en Verdún - Francia, una experiencia sacada de lo normal

Algo que hay que vivir para contarlo....para entenderlo.

Viajar por el viejo continente es empaparse de algunos maravillosos lugares llenos de historia. Conocer las grandes capitales y famosas es algo que hay que hacer por supuesto, pero descubrir  aquellos lugares no comunes alejados de la vista de los típicos turistas, es una sensación inigualable .


Cuando estudiaba en el colegio acerca de la I y II guerra mundial, siempre me vi muy acogida por el tema  y a eso le sumaba que mi papá ,pese a no  tuvo la oportunidad de ir al colegio, nadie le gana en saber acerca de la historia de la humanidad, de la historia de los seres humanos en tiempos inhumanos.

 En una tarde de abril leí un post en Couchsurfing acerca de ir a explorar unos “Fuertes”. Respondí al post que sería chévere, pero visto en un principio como la oportunidad de conocer Francia. Luego se armo todo el viaje en el carro con algunos amigos de La Haya de Couchsurfing. Y así fue como terminé descubriendo y viviendo Verdún y su historia de la batalla y de sus fuertes, algo que marcó la historia mundial en tiempos pasados y marco mi viaje en tiempo presente.



La idea de explorar los Fuertes viene de un Francés llamado Benjamin y su familia, que suele organizar encuentros masivos en Couchsurfing para explorar los fuertes y  acampar allí. Los fuertes están ubicados en la Región de Lorraine al nordeste de Francia. Hoy en día son territorios prohibidos y algunos usados para entrenamientos militares. Pero Couchsurfing + Benjamin sabe cómo hacerla bien. En la foto Benjamin.



VERDUN , HERMOSA CIUDAD FRANCESA Y SU BATALLA

Cuando estudiamos acerca de las guerras mundiales y de esos días en que  nos damos cuenta hasta donde nosotros mismos podemos llegar a ser tan inhumanos, nos duele lo que hemos hecho con la historia, pero cuando se pisa el suelo donde se vivió esos días, se llena el cuerpo y el alma de una nostalgia y una impotencia indescriptible. 

Sabemos que la muerte llegará algún día ,pero en la vida cotidiana no pensamos en ella.  Por eso remontarnos en la historia, estando en esos sitios es algo que definitivamente hay que vivir para poder contarlo.

Verdún es una  ciudad ubicada en el noreste de Francia. Allí tuvo lugar la batalla más larga de la I guerra mundial y la segunda más sangrienta,  en  1916. Enfrentados los ejércitos francés y alemán . Entre el 21 de febrero y el 19 de diciembre, por Francia hubo  61.000 muertos, 101.000 desaparecidos, 216.000 heridos y por Alemania 142.000 muertos y 187.000 heridos.


Caminar entre las montañas con enormes huecos donde cayeron bombas, y de las cuales la naturaleza no tiene el poder de hacer desaparecer estas marcas,  es sentir en los más profundo del alma  cada latido del corazón que vivía cada uno de estos militares en plena guerra. Y es ponerse a pensar en que el progreso técnico debería servir para mejorar la vida, pero muchas veces no es así y sirve para destruirla de manera más rápida.

Son cientos de huecos enormes entre las montañas que rodean la ciudad. Todos con una cruz y un letrero que lleva la profundidad del hueco y en honor a quienes perdieron la vida allí, así como letreros con los nombres de los monumentos de cada hueco. 




EXPLORANDO TERRITORIO PROHIBIDO Y ALGO PELIGROSO, PERO INCREIBLE

Allí mismo en Verdún están los fuertes. Los fuertes fueron  excavaciones hechas en el siglo XIX , en 1880 , algunos años antes de la I guerra mundial como protección contra amenazas alemanas. Son aproximadamente  18 grandes fuertes y se hablan de posibles 60 pequeños en aquella época .

Estos fuertes son todo un complejo subterráneo,  que sirvieron como taller,como descarga de las municiones, como  hospital, y cuartos para las tropas tanto  francesas como alemanas que en medio de la guerra de Verdún terminaron por tomarse alguno de ellos como refugios.



  






Hoy en día son bunker abandonados y  con pasos prohibidos. Explorarlos significa:  hundirse a 30 metros bajo el suelo, para empezar a descubrir nuevas entradas, perderse en medio de alguno de ellos, entrar en grupos de a 30 personas más o menos y salir perdidos por otra entrada en grupos de a dos o solo. Explorarlos es caminar alrededor de 5 o más horas sin terminar de recorrerlos de lo inmensos que son. 

Es caminar esquivando alambres, hierros peligrosos por arriba y por abajo, pero también por los lados, es arriesgarse a entrar a explorar territorio abandonado y prohibido, donde también hay alrededor algunas minas en el piso, y de las cuales Benjamín y su hija siempre nos avisaban que camináramos despacio.



A medida que se exploran, se descubren puertas secretas, cocinas, pasadizos, escaleras, cantidad de pinturas y letreros en alemán y francés, puertas que si se cierran no se pueden volver a abrir porque tienen un sistema creado por ellos para encerrar a los enemigos, lo cual me asustaba enormemente pasarlas porque pensaba en si alguno por chistoso se le daba por cerrarla sin creer que en serio no hay manera de volverla a abrir.





Es caminar con solo la luz de la linterna, envuelto en una humedad indescriptible y teniendo cuidado de no ir a pisar algunos de los pedazos destruido por el tiempo que se pueden romper y caer hacia abajo.

 Es encontrar salidas en medio de la misma montaña, donde algunas partes están cubiertas por árboles, puertas  secretas entradas del bunker, es revivir en carne propia la angustia por la que pasaron los combatientes al correr por allí. Es una sensación que hay que vivir para contarlo.






Y AL FIN Y AL CABO ¿QUE DEJA UNA GUERRA ?

Definitivamente una experiencia increíble, maravillosa y que al mismo tiempo lo pone a uno a pensar en lo que hemos hecho los humanos en contra de nuestra  propia humanidad. De esas guerras por lucha de territorios que nos ha llevado al mismo tiempo a ser lo más degradante de nosotros mismos. Porque el ser humano puede ser el más maravilloso  tesoro del planeta, pero también su mayor enemigo.

Es una extraña sensación pisarlos y pararse enfrente para observarlos detenidamente y pensar en que ahí abajo quedaron cientos de sueños, de ilusiones y de promesas por cumplir de miles de personas. 

Y es abrir la mente para valorar un poco más la vida y el hecho de poder estar en esta época, viviéndolo desde el tiempo presente para poder contarlo, con la ilusión de que los seres humanos algún día aprendamos a no cometer los mismos errores, porque al fin y al cabo las guerras que llevamos,  si hay algo que dejan, y se llama, “resentimiento”, y esto se ve reflejado en nuestras generaciones aún hoy en día, por lo cual la estúpida cadena de no aprender de nuestros errores, no se puede romper.





2 comentarios:

  1. Pero ten en cuenta Carolina que a pesar de lo tragicas que son las guerras, europa hoy en dia no seria lo que es si no hubiese pasado pro dos guerras mundiales, chile no seri alo qu ees si no hubiese tenido a pinochet. Es algo un tanto morboso decirlo pero despues de una guerra generalmente siempre se mejora la situacion socio-economica de un pais, triste que lo shumanos tengamos que aprender a las malas pero es asi :(.

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  2. Hola Caro,
    Esta experiencia es asombrosa.. me gusta como describes cada paraje donde estas,

    Las imagenes y videos son sorprendentes, realmente es una experiencia que tambien me gustaría realizar.

    Saludos!!

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Gracias a todos por sus comentarios que me llenan de alegría para poder seguir en el camino ! Ese tiempo de leer y escribir de ustedes me hace completamente felíz a mi !

GRACIAS :)

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