Si hay una palabra que reuna todo lo que sentí en Estambul es: Imponencia. Estambul es la ciudad más grande de Turquía y la
tercera más poblada de Europa con más de 10 millones de habitantes. Aunque en realidad Estambul le pertenece a
dos continentes pues por su posición geográfica está justo en el pequeño
estrecho llamado Estrecho del Bósforo que divide a Europa de Asia, y que une al
Mar del Mármara con el Mar Negro, un canal de 7 kilómetros llamado el Cuerno
del Oro que convierte a Estambul en una
de las tres ciudades del mundo que es Transontinental junto con Atyrau en
Kazajistán y Oremburgo al sur de Rusia pero la única que se sienta sobre los
dos continentes.
Fue la famosa Constantinopla en la época del Imperio Romano
y del Imperio Bizantino. Cuando leímos acerca de Estambul encontramos que es
considerada una de las ciudades más bellas y limpias del mundo, lo cual
confirmamos completamente después de haber estado allí por dos semanas.
Llegar a Estambul es encontrarse con miles de mezquitas en
casi que cada cuadra, muchas de ellas proclamadas Patrimonio de la Humanidad
por la UNESCO desde 1.985. La mayoría de su población es Musulmana, aunque
también se puede encontrar allí algunos judíos, cristianos y laicos.
Llegando a Estambul
Lo primero que vimos en el bus.
La gente en Estambul es sonriente, amable y así no hablen
casi inglés, siempre con una sonrisa tratan de indicarte lo que necesitas. Me
llamó mucho la atención la decoración de los edificios. Siempre con baldosas de
otros colores decoran el exterior con figuras y de muchos colores. Hay muchos parques muy bien
cuidados con aparatos para gimnasio buensismos, muchas zonas verdes, muchos
mercados en la calle, deliciosa comida a precios buenos y monumentos maravillosos, palacios,
bazares, mezquitas, museos. Y algo que me impresionó es que hay miles de gatos
hermosos, todos son bonitos y bien cuidados pero son gatos callejeros. Luego investigamos que hay un plan del Gobierno para cuidar estos animales.
Lo más rico de caminar por Estambul es perderse, pues es una
ciudad enorme y perderse resulta encontrar siempre cosas que no salen en mapas
ni en guías turísticas pero que son hermosas. Explorar Estambul fue
maravilloso.
En la parte asiática de Estambul se pueden encontrar cosas
un poco menos turísticas pero también hermosas y para llegar a donde se
concentra la mayoría de monumentos famosos, hay que cruzar el Estrecho del Bósforo. Para cruzar
este estrecho se cogen unos barcos que valen cerca de 3 liras turcas (es decir casi $3.000pesos colombianos) y que
se deben pagar comprando una tarjeta que se llama IstanbulKart y que hay que
mantenerla con crédito porque no hay por todas partes donde cargarla. Este
estrecho comunica a diferentes partes de la parte asiático como Uskudar y
Kadikoy con las partes Europeas. Nosotros teníamos que cruzarlo si o si para
llegar al otro lado de la ciudad. Al coger esos barcos miles de gaviotas
siempre se vienen detrás del barco para que la gente les tire comida y dentro
del barco hay cafetería y gente vendiendo pan para tirarles a la gaviotas. Es hermoso,
es un viaje de cerca de 30 minutos de un lado al otro acompañado por estos
hermosos animales.
Puerto de Kadikoy a punto de embarcarnos hacia la parte asiática.
Al llegar a la parte europea se divisa el Puente del Gálata
donde miles de pescadores todos los días están sacando pescaditos que en la
parte de abajo del puente en los cientos
de restaurantes que hay, los venden por 5 liras turcas en sándwich. Se llaman
Balik Ekmek y es uno de lo platos tradicionales de Estambul. Porque si hay algo
que me encantó de Estambul es su comida. OH la la, a precios muy buenos y
llenos de sabor. En cualquier parte se encuentran delicias turcas. Como el
Iskender que es mi favorito. Es un plato de carne muy delgadita como en salsa
de tomate y le ponen una especie de Yorgurt sin sabor y mantequilla encima para
comer. Los frutos secos son muy famosos en Turquía se encuentran por todos
lados y son deliciosos, albaricoques secos, bananos, piña, etc etc.
Delicioso Iskender
Con los patojitos de Bucaramanga a la derecha: Miguelito y la Tia Lali y nuestro Couchsurfer Yusuf.
Para entrar a las mezquitas en Estambul, los hombres no
deben ir en pantaloneta y las mujeres debemos cubrirnos la cabeza y los hombros
y todos se deben quitar los zapatos a la entrada. Se deben respetar las horas
en las que los Musulmanes están rezando. El
llamado a los rezos en las mezquitas es INCREÍBLE se hace una antes del
amanecer, luego uno a las 10 a.m , luego otra en la tarde y otra más cuando cae
el sol. En ese momento todas las mezquitas empiezan a emitir por medio de
parlantes que hay en la parte que se eleva, llamada minarete, un canto en
árabe. Todas al tiempo, entonces toda la ciudad se envuelve en esos cantos y la
gente empieza a buscar la mezquita más cercana para hacer su rezo. Es INCREÍBLE, repito.
Visitar cada mezquita es un espectáculo, son obras
imponentes y majestuosas. Llena de tapetes gigantes y hermosos, siempre muy
limpios y lámparas grandísimas en el medio de la parte donde rezan las
personas. Las decoraciones con baldosas de colores y pinturas. Adentro se
divide entre hombres y mujeres para rezar. Las dos mezquitas más famosas y grandes y con
más historia son la Mezquita Azul o Sultanahmet Camii y la Mezquita de
SulleyManiye, pero se encuentran muchas mezquitas parecidas en tamaño a esas
dos e igual de hermosas. A la salida de
las mezquitas generalmente los hombres van hacia la parte del costado a un
sitio diseñado para sentarse y lavarse los pies.
Otra de las cosas hermosas por ver en Estambul, aunque hay muchísimas,
es el gran Bazar y el Bazar de las Especies, un mercado donde se puede
encontrar todo lo imaginado. Lleno de colores, sabores, olores lo envuelven a
uno al caminar y caminar por horas sin ganas de querer salir, y en medio de la
caminada vale la pena parar varias veces a probar las delicias de esta ciudad.
Mucha gente nos advirtió que debíamos ir a las Islas cerca
de Estambul y que buena decisión tomamos al seguir los consejos. Cerca de
Estambul se encuentran las famosas “Princes Islands” Son cuatro Kinaliada,
Burgazada, Heybeliada y Sedef Adasi. Nosotros decidimos visitar únicamente dos,
Burkazada y Sedef Adasi. En la primera nos encontramos con una isla pequeña
pero hermosa, llena de perros grandes y bonitos, por lo cual la bautizamos “La
isla de los perros”, como no había mucha gente, parecía una isla fantasma y nadie
que nos diera información de hacia donde dar la vuelta para conocer pues nos
decidimos dejar llevar por los únicos habitantes que llegaron a recibirnos…los
perros. Fue una experiencia genial, los seguimos por donde nos llevaron dándole
la vuelta a la Isla donde no hay carros sino solo carruajes tirados por
caballos, y donde hay casas espectaculares pero pareciera que solo en época de
verano son habitables, porque no se veía ni un alma. Pero esta isla tiene su
encanto precisamente por eso, por no estar llena de turistas.
Planes para hacer en la noche en Estambul, hay muchos. Es una
ciudad de mucha rumba y mucha actividad, sobre todo si se va a la parte de la
Plaza Taksim muy famosa por esto en la parte Europea. En esta parte están todas
las tiendas de ropa y centros comerciales muy bonitos. También en esta plaza al
caminar se encuentra uno con un ferrocarril pequeñito y rojo que atraviesa toda
la avenida Ístikal por 1 lira, hasta llevarlo a uno a la torre Gálata. Otro de
los monumentos famosos de Estambul y donde en la noche se reúnen miles de jóvenes
a tocar instrumentos, bailar música turca, que es bacanisismo de ver y bailar y
a tomar un ratico.
Otro de los sitios recomendados que no es muy famoso pero la
visita vale la pena es Pierre Loti que es una de las zonas de la ciudad donde
está el cementerio de Éyup y donde se
puede ver la ciudad pues es en una montaña. Vale la pena.
Describir cada monumento, plaza, bazar, mezquita o lugar
visitado en Estambul es una tarea ardua, pues hay muchisisismos a lo largo de
esa enorme ciudad, hay 17 palacios,
3.090 mezquitas de las cuales 64 son históricas, hay 142 iglesias de las cuales
49 son históricas, 16 sinagogas, 58 zonas arqueológicas, 63 museos y mucho más, cada uno con su historia
y con su particularidad, que hacen de Estambul una ciudad maravillosa y con
muchas cosas por hacer. Desde mi visita, top 5 de ciudades favoritas en el
mundo y 100% recomendada para todos aquellos aventureros.